Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como cuento de terror

Llévame Contigo

    La pasta de dientes estaba regada por todo el lavabo. No había nada que molestara más a Lucía que la pasta de dientes sobre la cerámica de su baño, un baño compartido por cierto, con una chica foránea, simpática, pero muy descuidada. Lucía tomó el vaso junto al neceser, lo llenó con agua del grifo y dio un trago. Quizá era mucho pedir, pensó Lucía. Tomó una toalla y la pasó por toda la superficie hasta dejarla impecable. Ya en eso, algunas partículas de polvo ensuciaban el espejo, lo talló una y otra vez hasta dejar únicamente su reflejo. Era un día particularmente malo para su cabello, intentó arreglarlo, lo sujetó con una fajilla, eso la hizo ver por lo menos diez años menor, la idea no le desagradaba, pero al final terminó soltándolo nuevamente.     Su reflejo se movió ligeramente a la derecha. Lucía abrió los ojos para asegurarse de que no fuera un reflejo de la ventana, como el que generan los autos al rebotar la luz del sol. Era normal que una persona sintiera movimientos,

La Noche de Soni

Imagen
La noche de Soni Soni teme a la oscuridad. No como un niño que teme a los monstruos o a los fantasmas. Soni no es tonto y sabe que esas cosas no existen. Pero la oscuridad es cosa distinta, ¡por Dios que lo es! Todas las noches Julieta lo lleva de brazos y lo sienta en su cama, hablan con Dios un rato, y lo cubre con las cobijas más suaves y abrazadoras del mundo. Julieta tiene antojo de Soni y se acerca a devorarlo a besos.   Anuncia su retirada y advierte el momento de terror, ¡Fuera luces! y se cierra la puerta. Los ojos de Soni se cierran como de costumbre, intentando evitar pensamientos peligrosos y ¡Pum! llega el primero, sin aviso alguno. Se escucha algo afuera, ¿un ratero puede ser? ¿estará cerca? ¿Qué fue eso? Seguramente los ratones han vuelto para vengarse por la derrota en encuentros pasados, pero eso no es posible, ellos sólo vienen cuando Soni fabrica nuevos dientes. Por más que intenta mantenerlos a salvo bajo su almohada, los ratones siempre consiguen